viernes, 23 de abril de 2010

La calle de sangre, el carro robado y una tarjeta suspendida.

11:45 p.m. Casi no puedo respirar. Tengo nauseas, unas nauseas tan fuertes que parecen dominar mis sentidos. Siento como si mi cabeza se moviera sola y sin parar. Me duele la boca del estomago. QUIERO DORMIR. Quiero dormir, quiero dormir, quiero dormir... Repito esta frase en mi cabeza una y otra vez. De veras estoy tratando... Tratando... Tratando... Suena la puerta, es mi papa. Prende todas las luces de la casa, camina de aca para alla como un histerico. ¿Que carajos esta buscando a esta hora?.... Me muero... Necesito dormir... 
Papa entra al cuarto y me pide el telefono. No se donde esta. Le pregunto porque la urgencia. Me responde que cree que le clonaron la tarjeta. 
Sigo tratando de dormir.
Mi mama se para por las luces, va a la mesa, se sienta con mi papa: ¿Como es eso de que te robaron el carro hoy?!!! ¿No te he dicho siempre que lo dejes en el estacionamiento?!!!...
JODER... Ya se que no podre dormir.
Me paro y me siento con ellos. 
Si, mama. Historia vieja. Calmate, no paso nada. Le cuento. Le contamos.
Papa va al medico. La cita era a las 4 pero te estaba esperando para que fueras a buscar los productos y salio de aqui casi a las 5. Estaciono el carro pero eran las 7:30 y todavia no habia pasado al consultorio y como el estacionamiento cierra a las 8, fue a buscar el carro y lo dejo estacionado un momento en la entrada de la clinica. Cuando llego al 4to piso y por fin iba a entrar al consultorio de la cardiologo, el vigilante lo para y le pregunta si el viene con alguien. Negativo. Le dice que baje que un hombre entro en su carro. Papa baja corriendo, hay dos hombres en el carro. Se dan cuenta de lo que paso y clavan sus ojos de buitre en el nudo de terror e impotencia en el que se habia convertido papa. El carro esta medio malo, ellos no lo saben. Supongo que lo intentaron prender y no pudieron. Esta el guardia. Una patrulla. Papa... Los dos hombres se bajan, la mirada todavia clavada y se van asi sin mas. Caminando como quien no teme a nada. 

Papa vuelve a casa con las tripas donde van los pulmones y las manos donde van los pies. Pero es necio. Como todo buen viejo es terco y hostinado y contra todas mis recomendaciones vuelve a salir (esta vez a la farmacia que esta en las mercedes a comprar yo no se que). Llega al rato. Prende las luces mientras yo trato de dormir. Cuenta que la tarjeta no le paso y que tenia orden de decomiso. Llama al banco y una hora despues le dicen que hubo un monto inusual y anularon la tarjeta. Si la habian clonado, por suerte no paso nada. 

Mientras tanto...

Mama entre tanto parloteo habia preparado suficiente comida como para un batallon. Me sirve un plato de papas con concha lleno de crema de leche y queso rallado. Entonces me doy cuenta de algo: No he comido en todo el puto dia! Por eso eran las nauseas! Ecolecua! Lo unico que me pasaba es que tenia hambre... Gracias a Dios las mamas siempre, y de una forma totalmente involuntaria, lo saben todo.
Pero la mia, ademas de saberlo todo, tiene una habilidad especial para traer los temas de conversacion mas desagradables a la mesa donde uno come. Y esta, aunque la hora y la comida fueran inusuales, no podia ser la excepcion. Asi pues, nos empieza a contar que esta manhana en el autobus via los valles del tui agarro una cola terrible, algo realmente frustrante y tedioso. La cola se debia a lo que luego se entero por medio de sus propios ojos. Dos hombres montados en una moto de esas chinas le pusieron en la cabeza a otro que iba montado en una Harley Davidson un pistola y un par de amenazas. El otro ni lento ni peresozo les atesto un par de balas bien dadas a cada uno... Sin remordimientos porque con tal... Sus vidas no valen nada y para ellos las de los demas tampoco. Un maladro menos, si son dos mejor. Da lo mismo que fueran ellos o que fueran los que intentaron robarle el carro a papa. Los cuerpos anonimos que no habian sido recogidos se interponian en medio de la calle dando gusto a los ojos de los curiosos y disgusto a los pasajeros retrasados. Nadie en el autobus dijo nada para honrar o defender los cuerpos mal cubiertos de los dos hombres. Dos cifras menos para la inseguridad. Eso piensan al unisono. Hijos de Cain, nadie ira a su funeral....



Por suerte, mi dia no va tan mal. Las papas estaban buenisimas, se fueron las nauseas. Lo unico que me da dolor es que Caracas es tan dinamica que mis letras se quedan cortas y no me alcanza el tiempo para escribir ni la mitad de las cosas que pasan. Aqui cada dia es una aventura. 



P.D: Tiempos verbales, gramatica, ortografia.... Me valen lo mismo que los dos hombres muertos que ocasionaron el trafico. Es tarde para esas cosas, solo quiero contar esto antes de que lo olvide como me pasa a diario con un millon de cosas interesantes que veo en la calle y me gustaria compartir. Y la foto al reves porque mi mundo sigue de cabeza.

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