miércoles, 13 de febrero de 2008

Un intento de suicidio y la gracia de amar


      Hoy fuimos con el colegio de retiro. Normalmente no voy a esas cosas porque no me gusta. Me parece hipocrita, todo el mundo aparenta algo solo para estar en tono con la situacion y casi nadie actua como es en realidad. Eso por una parte, por otra, me parece que encerrarse en un cuarto por horas a repetir palabras no tiene nada que ver con hablar con Dios. 
     Sin embargo, no es tan malo como parece; la casa de retiros es un lugar hermoso, perfecto. Esta en medio de la nada, lleno de flores y de colores bellos y con una vista de montanha. 
    Ademas, esta vez fue diferente. El padre que dio el retiro es una de las personas mas profundas que he conocido. No es como los otros religiosos que conozco, el es una persona que ha vivido, que ha sufrido, que crecio en la pobreza y se sintio perdido, sin rumbo, sin fe y sin esperanzas en la vida. Intento suicidarse cuando tenia mi edad, vivio el horror, la desesperacion, las ansias de muerte que toda persona que afirme que ha vivido debe haber sentido por lo menos una vez. Luego, quedo condenado a una silla de ruedas por enfermedad, estuvo en cama sin ver el sol por meses. Sin tener aliento, pero con fe.
    Supero todos los problemas y el horror. Crecio su espiritu. Esta en paz porque encontro un motivo para vivir que va mas alla de la vida y no deja espacio para atrocidades que produce el miedo en el ser humano. Para mi, ese es el mayor logro que puede alcanzar una persona: Ser libre, vivir sin temores y con la frente en alto pero tambien las manos extendidas para ayudar a quien lo necesite. El valor y la belleza del hombre esta en su capacidad de amar. Amar a una mujer, amar su trabajo, amar la patria, el mundo, la naturaleza, amar el amor, amar a Dios. Aun las personas que no creen en Dios tienen que admitir que amar nunca es algo malo porque es la primavera del espiritu donde todas las flores que parecian muertas, florecen regalandonos su perfume y su color. El amor es la fuerza que nos salva cuando pensamos que todo estaba perdido. 



Como siempre, fotos, fotos, fotos.















Recuerdos: Cuando todas eramos amigas.