La torre de marfil: Horror vacui

Recuerdo que unos anhos atras, no hace tanto tampoco, solia vestirme de negro de pies a cabeza y mantenia ese luto constante. Sin interrupcion. Sin motivos. Me pintaba los ojos y las uhas de negro, a veces los labios, me ponia base blanca y si no me rapaba la cabeza algo inventaba. Siempre me considere "diferente", tal vez algo especial y esto lo digo en un sentido completamente neutral, no como un elogio ni como un insulto. Pensaba que simplemente era mi forma de ser, que estaba triste porque se habian caido un par de tuercas de mi cabeza o porque estaba destinada a que asi fuera. Sin embargo, como buena aficionada a la lectura, buscaba incesantemente en todo lo que tuviera letras, algun vinculo con mi forma de ser. Encontre miles, millones de cosas interesantes y dignas de admiracion. Vi mi espiritu y mis temores a punho y letra de personas que nunca conocere. Descubri a Hesse, a Heinrich Boll, a Baudelarire, a Rimbaud, a Lovecraft, a Poe y a otro monton de desadaptados que entendieron la vida de la misma forma que yo. Tambien encontre referencias historicas de un tal movimiento gotico que inicio con la revolucion francesa. Y aqui , entra otro punhado de sonhadores de 18 anhos con las caras pintadas de blanco y los ojos de negro tratando de mostrarle al mundo que la sociedad los habia oprimido hasta matarlos. Esto ultimo no lo pensaba en aquel entonces de la manera en que debi haberlo hecho. Para mi, como para tantos otros jovenes, la cosa se iba por las ramas. Tenia un poco de moda, otro de interesante, otro poco de rebelde y una pizca de pensador. Pero pensamientos para que!? Anhos gastados meditando sobre la vida y la muerte y el mas alla y la sumision... La sumision porque yo pensaba que cuando saliera del control de mis padres seria libre y cuando lo hice me di cuenta de que ellos siempre estuvieron mas oprimidos que yo misma. Me converti en una mas de las personas que caminan por las calles con los ojos vendados y firman un cheque con las manos atadas y hablan con la boca vendada y piensan que son felices solo porque la venda de los ojos no deja ver sus lagrimas. Hoy, que me visto de colores y me pinto los labios de rojo, llevo un luto tan profundo y tan negro como nada posiblemente imaginable. La opresion social!!!!! Antes era un grito sin alma. Era la repeticion de algun coro punk o una revelion sin causa. Hoy tiene sentido. Estoy de luto porque yo tambien soy hija, hermana, prima, novia, amiga, conocida, de las 64 personas que mueren cada fin de semana en la capital. Yo tambien sufro los tiros en las rodillas que le han dado a tantos por quitarles "algo", asi entre comillas, un "algo" material, que no tiene ningun valor real. Yo tambien lloro con las mujeres que violan todos los dias, con los esposos resignados y el odio que se va anidando en los corazones. Yo tambien tengo miedo cuando salgo a la calle. Yo tampoco salgo de noche ni sola ni a pie ni a zonas "rojas". Para mi mi casa es una carcel desde las 8 de la noche hasta la manhana siguiente, y a veces aun mas. Hay dias que me despierto y pienso que deberia hacer lo mismo que Emilie Dickinson y quedarme encerrada en un cuarto por el resto de mi vida y vestirme nada mas de blanco y escribir poemas que nunca voy a publicar y enviar cartas de amor a completos desconocidos. Siento el horror. Que tan normal es eso? Completamente normal. Hoy no me siento especial ni diferente. A todos los sitios donde he ido he encontrado la misma tristeza en los hombres. Las mismas miradas de dolor y piedad, la misma soledad que se esconde en sus almas como una rata alimentandose de sus organos y dejandolos vacios por dentro. Soy uno mas. Una mas del millon de mentes frustradas de nuestro tiempo. Pero lo que si estoy empezando a creer es que por lo menos un poco mas me afecta. Todo el mundo sigue su vida como si nada, mientras que yo puedo pasar semanas sin salir de casa, sin cambiarme la ropa, sin ganas de vivir o de hacer nada. Las unicas energias que tengo vienen del arte por el arte y para el arte. Es lo unico que tiene sentido en mi pequenho mundo de paredes blancas y muebles tapizados. Ya puedo entender perfectamente a aquellos jovenes que en la revolucion francesa se disfrazaban de muertos y clamaban libertad. Mi vida esta condenada al horror. Aqui, la sociedad me mata. Alla, me mata la nostalgia. Y es que el horror vacui inconscientemente va referido a mi alma. No tengo miedo, tengo panico de la apatia. Yo no quiero estar muerta por dentro, no quiero estar llena de vendas y ataduras, quiero guerra, quiero luchar. Quiero seguir llorando con las desgracias ajenas y alegrandome con las alegrias de los demas.